miércoles, 17 de febrero de 2010

CENTRALES TÉRMICAS

1.DEFINICIÓN DE OBJETIVOS:

Una central termoeléctrica o central térmica es una instalación empleada para la generación de energía eléctrica a partir de la energía liberada en forma de calor, normalmente mediante la combustión de combustibles fósiles como petróleo, gas natural o carbón. Este calor es empleado por un ciclo termodinámico convencional para mover un alternador y producir energía eléctrica. Este tipo de generación eléctrica es contaminante pues libera dióxido de carbono.
Por otro lado, también existen centrales termoeléctricas que emplean fisión nuclear del uranio para producir electricidad. Este tipo de instalación recibe el nombre de central nuclear.


2.VENTAJAS E INCONVENIENTES:

VENTAJAS:

Son las centrales más baratas de construir (teniendo en cuenta el precio por megavatio instalado), especialmente las de carbón, debido a la simplicidad (comparativamente hablando) de construcción y la energía generada de forma masiva. Las centrales de ciclo combinado de gas natural son mucho más baratas (alcanzan el 50%) que una termoeléctrica convencional, aumentando la energía termica generada (y por tanto, las ganancias) con la misma cantidad de combustible, y rebajando las emisiones citadas más arriba en un 120%, 0,35 kg de CO2, por kWh producido.

INCONVENIENTES:

El uso de combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero y de lluvia ácida a la atmósfera, junto a partículas volantes (en el caso del carbón) que pueden contener metales pesados. Al ser los combustibles fósiles una fuente de energía finita, su uso está ilimitado a la duración de las reservas y/o su rentabilidad económica. Sus emisiones térmicas y de vapor pueden alterar el micro clima local. Afectan negativamente a los ecosistemas fluviales debido a los vertidos de agua caliente en estos. Su rendimiento (en muchos casos) es nulo (comparado con el rendimiento ideal), a pesar de haberse realizado grandes mejoras en la eficiencia (un 90-91% de la energía liberada en la combustión se convierte en electricidad, de media).

3.FUNCIONAMIENTO:

En las centrales térmicas convencionales, la energía química ligada por el combustible fósil se transforma en energía eléctrica. Se trata de un proceso de refinado de energía. El esquema básico de funcionamiento de todas las centrales térmicas convencionales es prácticamente el mismo, independientemente de que utilicen carbón, fuel-óil o gas.

4.IMPACTO AMBIENTAL:

La emisión de residuos a la atmósfera y los propios procesos de combustión que se producen en las centrales térmicas tienen una incidencia importante sobre el medioa ambiente. Para tratar de paliar, en la medida de lo posible, los daños que estas plantas provocan en el entorno natural, se incorporan a las instalaciones diversos elementos y sistemas.

El problema de la contaminación es máximo en el caso de las centrales termoeléctricas convencionales que utilizan como combustible carbón. Además, la combustión del carbón tiene como consecuencia la emisión de partículas y ácidos de azufre.[3] En las de fueloil los niveles de emisión de estos contaminantes son menores, aunque ha de tenerse en cuenta la emisión de óxidos de azufre y hollines ácidos, prácticamente nulos en las plantas de gas.

En todo caso, en mayor o menor medida todas ellas emiten a la atmósfera dióxido de carbono, CO2. Según el combustible, y suponiendo un rendimiento del 40% sobre la energía primaria consumida, una central térmica emite aproximadamente:


Combustible Emisión de CO2
kg/kWh

Gas natural 0,44

Fuelóleo 0,71

Biomasa (leña, madera) 0,82

Carbón 1,45

Las centrales de gas natural pueden funcionar con el llamado ciclo combinado, que permite rendimientos mayores (de hasta un poco más del 50%), lo que todavía haría las centrales que funcionan con este combustible menos contaminantes.

5.IMPLANTACIÓN EN ESPAÑA:


6.CURIOSIDADES

Las 22 centrales térmicas de carbón de nuestro país proveen un 23% de la generación eléctrica y son las responsables del 64% de las emisiones de CO2 del sector. Así lo refleja el informe que acaba de publicar la organización ecologista Greenpeace.

El estudio "El carbón en España, un futuro negro" detalla que España importa más del 60% del carbón que consume frente al 15% de promedio internacional. "El gobierno quiere mantener estas centrales como una fuente de energía

estratégica, cuando nuestro verdadero potencial son las energías renovables", afirma José Luis García, responsable de la campaña Cambio Climático y Energía de Greenpeace. Para este ecologista, las subvenciones que reciben las centrales térmicas, que superan los 2.500 millones de euros, "son un regalo por contaminar". Según García, "el dinero destinado a subvenciona

r el carbón nacional en dos años equivale a lo que costaría financiar los proyectos eólicos necesarios para producir la misma electricidad que la que produce ese carbón".

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